La temporada se complica para el equipo tras la reciente lesión de Dani Olmo. El talentoso mediapunta ha sido diagnosticado con un pinchazo en el aductor, lo que lo obligará a estar fuera de los terrenos de juego durante un tiempo indeterminado. Este contratiempo ha generado una gran preocupación en el seno del club, especialmente en el entrenador Hansi Flick, quien había gestionado cuidadosamente los minutos del jugador para que estuviera en su mejor forma en esta fase crucial de la temporada.
Olmo, que ha acumulado 8 goles y 5 asistencias en 28 partidos, se perderá encuentros vitales, incluyendo el choque contra el Girona y, lo que es aún más preocupante, la vuelta de las semifinales de la Copa en el Metropolitano y el enfrentamiento de cuartos de final en la Champions League contra el Dortmund. La ausencia del mediapunta podría tener un impacto significativo en el rendimiento del equipo en estas competiciones.
Desde el inicio del campeonato, Flick había explorado diferentes posiciones para Olmo, inicialmente viéndolo como interior o mediocentro, pero finalmente optando por utilizarlo como mediapunta. En el último partido contra Osasuna, el técnico sorprendió al colocar a Gavi como (falso) extremo izquierdo, pero fue en la segunda parte donde Olmo brilló como mediocentro, mostrando su calidad y precisión en el juego.
Con la baja de Olmo, la atención se centra ahora en otros jugadores como De Jong y Pedri, quienes están disponibles, pero Flick también podría optar por dar más minutos a Fermín. El joven canterano, que tuvo un papel destacado al asistir en el último encuentro, ha tenido una temporada irregular, pero su habilidad para el juego entre líneas y su agresividad lo convierten en un candidato ideal para cubrir la ausencia de Olmo.
Fermín ha registrado 5 goles y 6 asistencias en 30 partidos esta temporada, y su capacidad para marcar la diferencia en momentos cruciales podría ser clave para el equipo en los próximos partidos. A pesar de sus altibajos, su visión de juego y su habilidad en jugadas a balón parado lo hacen un jugador especial, capaz de influir en el resultado de un partido incluso con pocos minutos en el campo.
Con la incertidumbre sobre la duración de la lesión de Olmo, el equipo deberá adaptarse rápidamente y encontrar nuevas formas de mantener su competitividad. La presión está sobre los hombros de los jugadores restantes, quienes deberán demostrar que pueden rendir al más alto nivel en la ausencia de uno de sus principales referentes.