La situación entre Kylian Mbappé y el Paris Saint-Germain ha alcanzado un punto crítico. Este jueves, los abogados del delantero del Real Madrid anunciaron que han logrado embargar preventivamente 55 millones de euros de las cuentas del club parisino, en el marco de un litigio que se prolonga desde hace más de un año. La abogada del jugador, Delphine Verheyden, ha dejado claro que no se detendrán hasta que se haga justicia.
El conflicto gira en torno a un acuerdo verbal que, según el PSG, justifica el impago de la suma reclamada por el jugador. Sin embargo, los representantes de Mbappé han desestimado esta afirmación, argumentando que dicho pacto nunca fue formalizado y que las instancias deportivas han respaldado su posición. "Ya hemos esperado demasiado", declaró Verheyden, quien se presentó con un equipo de expertos en derecho para abordar esta compleja situación.
La estrategia de ataque
Con el embargo en marcha, los abogados de Mbappé han decidido llevar la lucha a múltiples frentes, incluyendo acciones penales contra el PSG. La letrada ha señalado que el club ha dañado la imagen y el honor del jugador, lo que ha llevado a la presentación de denuncias por mensajes injuriosos que han circulado en torno a su figura y su familia.
Verheyden no se ha mostrado intimidada por la influencia de Nasser Al-Khelaifi, presidente del PSG, en la UEFA. "Kylian no tiene miedo, el derecho está de nuestro lado", afirmó, mientras su equipo busca que la Federación Francesa de Fútbol notifique a la UEFA sobre la situación, lo que podría poner en riesgo la participación del PSG en la Champions League la próxima temporada.
La respuesta del PSG
Por su parte, el PSG ha mantenido una postura firme, defendiendo que el litigio debe resolverse en el ámbito de la justicia laboral. En un momento en que el equipo, bajo la dirección de Luis Enrique, atraviesa un buen momento deportivo, el club no está dispuesto a ceder ante las demandas de su exestrella. Un portavoz del PSG ha declarado que están listos para presentar pruebas que respalden la existencia del acuerdo verbal que, según ellos, justifica el impago.
El propio Mbappé ha reconocido haber llegado a un pacto que le permitió regresar al primer equipo tras su intento de no cumplir el tercer año de contrato. Sin embargo, sus abogados insisten en que este acuerdo carece de validez legal, lo que ha llevado a la actual escalada del conflicto.
La batalla legal entre Mbappé y el PSG no solo es un asunto personal, sino que también plantea interrogantes sobre la gestión del club y su capacidad para manejar situaciones contractuales complejas. Con la presión aumentando y el futuro del PSG en competiciones europeas en juego, esta historia promete seguir desarrollándose en los próximos meses.