El Real Madrid ha vivido una noche aciaga en el Santiago Bernabéu, donde se despidió de la Champions League tras perder 1-2 ante el Arsenal. A pesar de que el equipo blanco contaba con la ventaja de jugar en casa, la remontada se convirtió en una misión imposible desde el primer minuto.
El técnico Carlo Ancelotti, que alineó a un equipo conservador, no logró encontrar la fórmula para revertir el 3-0 encajado en Londres. La elección de jugadores como Lucas Vázquez y David Alaba no surtió efecto, y el equipo se mostró desdibujado y sin ideas a lo largo de los 90 minutos. La única luz en la oscuridad fue un gol de Vinicius, que llegó demasiado tarde para cambiar el rumbo del encuentro.
El portero Thibaut Courtois tuvo que hacer frente a un penalti en contra, que detuvo con maestría, pero no pudo evitar que el equipo se hundiera en un mar de errores defensivos. La actuación de la defensa fue, en palabras de muchos, un reflejo de la falta de profesionalismo que se espera en un club de la talla del Madrid.
La situación de Ancelotti se complica aún más con la presión de la Confederación Brasileña de Fútbol, que ha puesto sus ojos en él para dirigir la selección nacional. Según fuentes cercanas, un empresario vinculado a la CBF estuvo presente en el palco del Bernabéu, lo que ha avivado los rumores sobre su posible salida del club.
A medida que se acerca el final de la temporada, la incertidumbre se cierne sobre el futuro del técnico italiano. Con contrato hasta 2025, su continuidad en el banquillo blanco parece cada vez más lejana, especialmente si el equipo no logra recuperar su juego y competir en la Liga y la Copa del Rey.
La afición, decepcionada, ha comenzado a cuestionar la dirección del club y la capacidad de los jugadores para competir al más alto nivel. La eliminación en esta fase de la Champions es un duro golpe para un club que aspira a ser el rey de Europa, y la falta de un plan claro para el futuro deja muchas preguntas en el aire.
En resumen, el Real Madrid ha tocado fondo en una temporada que prometía ser brillante, pero que se ha convertido en un verdadero calvario. La afición espera respuestas y, sobre todo, una reacción contundente por parte de la directiva y del cuerpo técnico en los próximos meses.