El FC Barcelona ha hecho historia una vez más al alzarse con su 32ª Copa del Rey, tras un emocionante enfrentamiento contra el Real Madrid que se decidió en la prórroga. El encuentro, disputado en La Cartuja, fue un verdadero espectáculo que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos hasta el último minuto.
Desde el inicio, el Barça mostró su intención de dominar el juego, y fue Pedri quien abrió el marcador con un golazo que hizo vibrar a los 26,000 aficionados culers presentes en el estadio. Sin embargo, el Real Madrid no se quedó atrás y, tras una primera parte intensa, logró igualar el marcador gracias a un tanto de Tchouameni.
La segunda mitad fue un tira y afloja, con ambos equipos buscando el gol que les diera la ventaja. Ferran Torres, quien se ha convertido en el héroe del torneo, volvió a aparecer en el momento crucial, anotando el 2-2 que forzó la prórroga. El delantero valenciano, que ha tenido una temporada espectacular, se mostró satisfecho tras el partido: "Este título nos recarga de energía para afrontar lo que viene".
Ya en la prórroga, cuando todo parecía indicar que el partido se decidiría en penaltis, Jules Koundé se convirtió en el héroe inesperado. Con un potente disparo desde fuera del área, el francés selló la victoria para el Barça en el minuto 116, desatando la locura entre los aficionados culers.
Este triunfo no solo representa un nuevo título para el club, sino que también refuerza la moral del equipo de Hansi Flick, que ahora se encuentra en una posición privilegiada para luchar por el triplete esta temporada. Con la Liga en el bolsillo y la Champions a la vista, el Barça se perfila como uno de los equipos más temidos de Europa.
El Real Madrid, por su parte, se enfrenta a un momento crítico tras esta derrota, que podría marcar el final de un ciclo bajo la dirección de Carlo Ancelotti. La presión aumenta en el vestuario blanco, que deberá reaccionar rápidamente si quiere mantener vivas sus aspiraciones en la Liga.