El Real Madrid se ha clasificado para la final de la Copa del Rey en un partido que dejó a los aficionados al borde de la silla. En un vibrante duelo contra la Real Sociedad, los merengues empataron 4-4, obligando a una prórroga que, una vez más, les sonrió. Este resultado, aunque satisfactorio en términos de clasificación, plantea serias preguntas sobre la solidez defensiva del equipo.
El encuentro tuvo momentos de pura adrenalina, con el Madrid mostrando su capacidad ofensiva, pero también evidenciando una fragilidad defensiva alarmante. Con 60 goles encajados en 50 partidos esta temporada, el equipo de Carlo Ancelotti ha dejado claro que su defensa necesita urgentemente una revisión. La Real Sociedad, que ha tenido problemas para marcar en la liga, logró perforar la portería blanca en cuatro ocasiones, algo que no se puede pasar por alto.
En el primer tiempo, el Madrid se vio sorprendido por un gol de Mikel Oyarzabal, que abrió el marcador. Sin embargo, el equipo reaccionó rápidamente, con un gol de Vinícius que igualó la contienda. A partir de ahí, el intercambio de goles fue constante, llevando el marcador a un 4-4 que dejó a todos los presentes en el estadio con el corazón en un puño.
El partido también fue un escaparate para las estrellas del equipo. Kylian Mbappé, quien fue clave en la remontada, mostró su calidad en momentos cruciales. Sin embargo, la actuación de la defensa, encabezada por David Alaba, dejó mucho que desear, con errores que costaron goles y que podrían haber sido fatales en un partido de eliminación directa.
Con este empate, el Real Madrid se prepara para enfrentar al próximo rival en la final, pero la pregunta persiste: ¿puede el equipo encontrar la estabilidad defensiva necesaria para levantar el trofeo? La afición espera que Ancelotti encuentre respuestas rápidas, ya que el tiempo apremia y la presión está en aumento.