El Camp Nou fue testigo de una de las noches más memorables en la historia del FC Barcelona el 19 de abril de 1969. En un partido crucial de la Recopa de Europa contra el FC Colonia, Josep Maria Fusté brilló con luz propia al marcar tres goles que sellaron la victoria por 4-1, llevando al equipo a la final del torneo.
Fusté, quien había llegado al club en 1960, logró su primer y único triplete con la camiseta blaugrana en un encuentro que se recordará por su intensidad y emoción. Tras un primer tiempo que terminó 1-1, el delantero catalán desató su talento en la segunda mitad, anotando sus tres goles en un despliegue de habilidad y determinación.
El primer tanto llegó a los 54 minutos, cuando Fusté empalmó una bolea tras una jugada colectiva que dejó a la defensa alemana desorientada. A los 68 minutos, un cabezazo de Martí Filosía permitió a Fusté volver a marcar, y finalmente, a los 80 minutos, selló su hat-trick con otra impresionante bolea tras un córner ejecutado por Rexach.
“Nunca había marcado tres goles en un partido de esta trascendencia”, declaró Fusté tras el encuentro, reflejando la emoción de un jugador que sabía que había dejado una huella imborrable en la historia del club. Sin embargo, a pesar de su brillante actuación, el Barça no pudo conquistar la Recopa, cayendo en la final ante el Slovan de Bratislava.
Hoy, más de cinco décadas después, el legado de Fusté sigue vivo en el corazón de los aficionados culés, quienes recuerdan aquella noche mágica como un ejemplo del espíritu y la grandeza del Barça.