El fútbol español vuelve a estar en el ojo del huracán por la homofobia que persiste en la sociedad. Esta vez, el protagonista es Héctor Fort, un prometedor defensa del FC Barcelona, quien ha sido blanco de ataques homófobos tras publicar una fotografía junto a la activista LGTBI Brigitta Lamoure. La imagen, que fue compartida en el perfil de Instagram de Lamoure el pasado 27 de marzo, muestra a Fort sosteniéndola en brazos durante la gala benéfica de la fundación Esport Solidari Internacional.
La instantánea, que debería haber sido un símbolo de apoyo y solidaridad, se ha convertido en un escenario de odio y desprecio. Comentarios como "Por favor, dime que esto es un fake, que Héctor no es gay" o "Héctor, hoy duermes fuera" han inundado las redes sociales, evidenciando la intolerancia que aún persiste en el deporte y en la sociedad en general. A pesar de que el joven futbolista, de tan solo 18 años y con 485 minutos disputados en el primer equipo esta temporada, no ha hecho declaraciones al respecto, la activista Brigitta Lamoure ha alzado la voz en defensa de la diversidad.
Lamoure, visiblemente afectada por la reacción del público, ha expresado su descontento en sus redes sociales: "Es una lástima tanto odio. Pero esto debe servirnos para seguir luchando por una sociedad libre, laica, diversa e inclusiva". Su mensaje ha resonado con fuerza, y ha recibido el apoyo del Observatorio contra la LGTBIfobia de Cataluña, que ha condenado enérgicamente los ataques y ha instado a la sociedad a erradicar la LGTBI-fobia.
Este incidente no es un caso aislado. Apenas unos días antes, el delantero Borja Iglesias también denunció haber sido víctima de insultos homófobos tras su destacada actuación contra el FC Barcelona. "Mariposón, a la siguiente les metes cuatro o te robo a la novia, aunque supongo que no te importará", fue uno de los mensajes que Iglesias destacó, subrayando que el respeto hacia los demás sigue siendo una asignatura pendiente en nuestra sociedad.
La situación de Héctor Fort pone de manifiesto la necesidad urgente de abordar la homofobia en el deporte, un ámbito que debería ser un ejemplo de inclusión y respeto. La comunidad futbolística, así como la sociedad en su conjunto, debe reflexionar sobre estos incidentes y trabajar en conjunto para erradicar cualquier forma de odio. La lucha por la diversidad y la aceptación no puede detenerse, y cada voz que se alza contra la homofobia es un paso más hacia un futuro más inclusivo.