El FC Barcelona ha demostrado una vez más su capacidad de reacción y madurez en el terreno de juego al vencer al RCD Mallorca por 1-0 en un partido que, aunque se resolvió por la mínima, estuvo marcado por la intensidad y la insistencia de los culers. El gol de Dani Olmo al inicio de la segunda parte fue suficiente para llevarse los tres puntos y mantener una distancia de cuatro puntos sobre el Real Madrid, que aún debe jugar su partido contra el Getafe.
Rotaciones estratégicas de Flick
Con la final de la Copa del Rey a la vista y un calendario apretado, el técnico Hansi Flick optó por realizar varias rotaciones en su alineación titular. En defensa, solo Iñigo mantuvo su puesto, acompañado por Araujo en el eje central y Eric García y Héctor Fort en los laterales. En el centro del campo, junto al inamovible Pedri, se alinearon Gavi y Olmo, mientras que Lamine Yamal regresó a la titularidad, acompañado por Ferran y Ansu Fati, quien tuvo su segunda oportunidad como titular esta temporada.
Dominio sin recompensa en la primera mitad
Desde el inicio, el Barça mostró una actitud ofensiva, buscando constantemente la portería de Leo Román. A pesar de dominar el juego y generar 24 remates en la primera mitad, el marcador se mantuvo en cero, gracias a las intervenciones del portero argentino, quien tuvo que emplearse a fondo para evitar que el balón entrara en su portería. Las ocasiones más claras llegaron de la mano de Ferran y Lamine Yamal, quienes no lograron concretar sus oportunidades, y un disparo de Gavi que se estrelló en el palo.
El gol que desatasca el partido
El Barça, a pesar de la frustración acumulada, no se dejó llevar por la desesperación. En el primer ataque de la segunda parte, Dani Olmo recibió un pase de Eric García y, tras esquivar a un defensor, logró marcar el ansiado gol que abrió el marcador (1-0, min. 46). Este tanto no solo fue crucial para el partido, sino que también significó el segundo gol consecutivo del egarense, quien ya había sido fundamental en la remontada ante el Celta.
Con esta victoria, el Barça se prepara para afrontar la final de la Copa del Rey con la moral alta y la confianza reforzada, mientras que el Mallorca se queda con la sensación de haber luchado, pero sin poder concretar sus oportunidades. La afición culé puede estar satisfecha con el rendimiento de su equipo, que sigue demostrando que es un serio candidato a todos los títulos en juego.