Dani Olmo ha vuelto a brillar en el FC Barcelona tras superar una serie de lesiones que lo habían mantenido alejado de los terrenos de juego. El centrocampista de Terrassa ha demostrado ser fundamental en los planes de Hansi Flick, quien ha subrayado en múltiples ocasiones la importancia de cuidar a su estrella, pero también de aprovechar su talento en momentos cruciales.
En su regreso, Olmo tuvo la oportunidad de jugar unos minutos contra el Borussia Dortmund, pero fue en el enfrentamiento contra el Celta de Vigo donde realmente dejó huella. Entró en el minuto 59 y, apenas seis minutos después, marcó el gol que inició la remontada del equipo, un momento que revitalizó a sus compañeros y a la afición culé.
Su actuación no pasó desapercibida para Flick, quien decidió darle la titularidad en el siguiente partido contra el RCD Mallorca. Olmo no decepcionó y anotó el único gol del encuentro, un tanto que fue vital para asegurar la victoria ante un rival que había mostrado una gran solidez defensiva. A pesar de su gran rendimiento, el técnico optó por sustituirlo en el minuto 59 para evitar cualquier riesgo de recaída, una decisión que refleja la prudencia necesaria en este punto de la temporada.
Con la lesión de Lewandowski pesando sobre el equipo, Olmo se perfila como un jugador clave en el ataque culé. Su versatilidad le permite incluso desempeñarse como un falso '9', una opción que Flick podría considerar en los próximos encuentros. La confianza en su juego es evidente, y su regreso a la forma óptima llega en el momento perfecto, justo cuando el equipo necesita de su magia.
El próximo gran desafío para Dani Olmo será la final de la Copa del Rey en Sevilla, donde se enfrentará al eterno rival, el Real Madrid. Para un culé como él, este partido no solo representa una oportunidad de brillar, sino también un momento especial en su primera temporada tras regresar al club que ama. La afición espera con ansias ver cómo su estrella se ilumina en el escenario más grande.