La final de la Copa del Rey se aproxima y, como era de esperar, la polémica no se ha hecho esperar. En un giro inesperado de los acontecimientos, el árbitro de VAR, González Fuertes, ha declarado que se verán obligados a implementar medidas más estrictas en respuesta a la presión ejercida por el canal oficial del Real Madrid, RMTV. En sus declaraciones, Fuertes subrayó la unión del colectivo arbitral en estos momentos difíciles, afirmando que "la plantilla de compañeros de árbitros profesionales estamos más unidos que nunca".
La situación se ha vuelto insostenible. Según fuentes cercanas al club blanco, el Real Madrid ha solicitado la remoción del equipo arbitral a tan solo un día del partido, alegando un conflicto de intereses y una incapacidad de los árbitros para dirigir el encuentro. Esta solicitud ha generado un clima de tensión que amenaza con eclipsar el evento deportivo más esperado de la temporada.
González Fuertes no se ha quedado callado y ha prometido que habrá consecuencias para aquellos que intenten socavar la integridad del arbitraje. "Habrá que tomar medidas y no vamos a seguir permitiendo lo que va pasando", afirmó, dejando entrever que se avecinan cambios significativos en la forma en que se gestionan las presiones externas sobre los árbitros.
La RFEF, por su parte, ha manifestado su sorpresa ante la reacción del Real Madrid, que ha decidido no participar en los actos organizados por la federación, incluyendo la rueda de prensa y el entrenamiento previo al partido. Javier Tebas, presidente de LaLiga, ha criticado la actitud del club blanco, sugiriendo que su comportamiento refleja una guerra abierta contra el resto del fútbol español.
Este conflicto no es nuevo; de hecho, se remonta a meses atrás, cuando el Real Madrid envió una carta formal de protesta a la RFEF denunciando lo que consideraron una actuación escandalosa del arbitraje. La tensión ha ido en aumento, y la reciente solicitud de cambio de árbitros ha sido el último capítulo de una batalla que parece no tener fin.
Con la final de la Copa del Rey a la vuelta de la esquina, el ambiente se torna cada vez más hostil. Los aficionados esperan ansiosos un desenlace que, sin duda, marcará un antes y un después en la relación entre el Real Madrid y la RFEF. ¿Logrará la federación mantener la calma ante este torbellino de acusaciones y presiones? Solo el tiempo lo dirá.