Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, no ha tardado en manifestar su frustración tras la reciente eliminación de su equipo en las semifinales de la Champions League. En una intervención en la televisión oficial del club, Laporta afirmó: "Ayer no pudo ser. Luchamos para estar en la final de Múnich, pero no pudo ser. Básicamente no pudo ser por decisiones arbitrales que nos perjudicaron". Estas palabras reflejan la indignación del mandatario culé, quien no escatimó en críticas hacia el arbitraje de Marciniak, al que considera responsable de la dolorosa derrota.
Sin embargo, el presidente no se detuvo ahí y dejó claro que el foco ahora está en el próximo gran desafío: el Clásico contra el Real Madrid. Laporta subrayó la importancia de este encuentro, afirmando que "es un partido decisivo" y haciendo un llamado a la afición para que llene Montjuïc y brinde su apoyo incondicional al equipo. "El equipo necesita más que nunca el apoyo. Hago un llamamiento al barcelonismo para que el domingo ganemos el partido contra el Real Madrid, que es clave para ganar LaLiga", destacó.
El FC Barcelona llega a este enfrentamiento tras una victoria ajustada ante el Real Valladolid (1-2), que les ha permitido mantenerse en la primera posición de LaLiga, cuatro puntos por delante de su eterno rival. Con el equipo dirigido por Hansi Flick en un buen momento, los culés se preparan para lo que Laporta ha calificado como una 'final' en la lucha por el título doméstico.
Laporta también expresó su agradecimiento a la afición, especialmente a aquellos que han estado apoyando al equipo a lo largo de la temporada. "Los más de 4.000 aficionados que viajaron a Milán se lo merecen todo", afirmó, reconociendo el esfuerzo y la pasión de los seguidores culés. Con un mensaje de optimismo, el presidente aseguró que "el próximo año competiremos con todo para conquistar la sexta", dejando claro que el espíritu de lucha y la ambición del club siguen intactos.