El FC Barcelona ha hecho historia al proclamarse campeón de La Liga 2024/2025 de manera matemática, tras una victoria decisiva frente al RCD Espanyol en Cornellà. Este triunfo no solo representa el 28º título liguero en la historia del club, sino que también culmina una temporada excepcional en la que los culés han levantado la Copa del Rey y la Supercopa de España.
Bajo la dirección del técnico alemán Hansi Flick, el Barça ha mostrado un rendimiento sobresaliente, destacándose por su juego intenso y una sólida táctica defensiva. La presión alta y la capacidad de respuesta en momentos críticos han sido claves para superar a sus rivales más fuertes, incluyendo dos victorias ante el Real Madrid y una remontada épica en el Metropolitano.
Con un único fichaje destacado, Dani Olmo, y limitaciones en el fair play financiero, el club ha apostado por su cantera, viendo florecer a jóvenes talentos como Lamine Yamal, Pedri, Cubarsí y Fermín. El tridente ofensivo, compuesto por Yamal, Raphinha y Lewandowski, ha sido fundamental, con el joven Yamal, de solo 17 años, brillando como la gran revelación de la temporada.
La defensa, liderada por Íñigo Martínez y Cubarsí, ha sido otro de los pilares del éxito. Flick ha logrado recuperar la mejor versión de futbolistas como De Jong, Ferran Torres y Raphinha, consolidando un proyecto ilusionante que promete seguir dando alegrías a la afición culé.
El camino hacia este título no ha estado exento de desafíos. Tras un inicio fulgurante con siete victorias consecutivas, el equipo atravesó una pequeña crisis a finales de año. Sin embargo, el cambio de año trajo consigo una racha impresionante, donde el Barça no conoció la derrota hasta abril, consolidándose en la cima de la clasificación.
Además, el equipo se llevó la Supercopa de España tras una contundente victoria sobre el Real Madrid, reafirmando su dominio en el fútbol español. La culminación de esta temporada ha dejado claro que el FC Barcelona, con su estilo de juego atractivo y su enfoque en la juventud, está de vuelta en la élite del fútbol mundial.
Con este nuevo título, el Barça no solo se asegura un lugar en la historia, sino que también envía un mensaje claro a sus rivales: el futuro es prometedor y el camino hacia nuevos éxitos apenas comienza.