La selección polaca se encuentra en medio de una tormenta tras la sorprendente decisión de Robert Lewandowski de retirarse de la selección nacional. El delantero del FC Barcelona, máximo goleador histórico de su país, ha hecho pública su decisión a través de sus redes sociales, dejando claro que no volverá a vestir la camiseta de las 'Águilas Blancas' mientras Michał Probierz siga al mando.
Este conflicto ha estallado en un momento crucial, ya que Polonia se prepara para un importante partido de clasificación para el Mundial 2026 contra Finlandia. En la rueda de prensa previa, el seleccionador confirmó que había retirado el brazalete de capitán a Lewandowski, lo que desató la ira del delantero, quien expresó su sorpresa y decepción por la forma en que se manejó la situación.
Lewandowski, quien ha sido un pilar fundamental para la selección durante más de una década, reveló que recibió la noticia de su destitución como capitán mientras estaba en casa, cuidando de sus hijos. "No estaba preparado para ello; la conversación duró casi un minuto y ni siquiera tuve tiempo de informar a mi familia", comentó el jugador, quien se mostró visiblemente afectado por la falta de comunicación.
En su mensaje, el ariete polaco dejó claro que su decisión no fue tomada a la ligera. "Llevo once años con el brazalete y diecisiete con la selección. Me parece que estos asuntos deberían tratarse de otra manera", afirmó Lewandowski, quien también mencionó que la intensidad de la temporada con el Barça había influido en su decisión de no participar en la concentración de junio.
La polémica se intensificó cuando Lewandowski explicó que había acordado con el entrenador no participar en los próximos compromisos internacionales. "Jugar con la selección siempre ha sido un sueño, pero a veces el cuerpo necesita un descanso", añadió el delantero, quien ha disputado 52 partidos esta temporada, acumulando casi 4,000 minutos de juego.
La situación ha dejado a la selección polaca en una posición delicada, ya que Lewandowski es su máximo goleador y su ausencia podría tener un impacto significativo en el rendimiento del equipo. El nuevo capitán, Piotr Zieliński, tendrá la difícil tarea de liderar al equipo en un momento de incertidumbre.
La decisión de Lewandowski ha generado reacciones mixtas entre los aficionados y expertos del fútbol. Algunos apoyan su postura, argumentando que un jugador de su calibre merece ser tratado con respeto, mientras que otros critican la falta de compromiso con la selección. Sin embargo, lo que está claro es que la relación entre Lewandowski y Probierz ha llegado a un punto de no retorno.
En resumen, la situación actual de la selección polaca es un reflejo de la complejidad de las relaciones entre jugadores y entrenadores. La renuncia de Lewandowski podría ser un llamado de atención para la Federación Polaca de Fútbol, que deberá actuar con rapidez para resolver esta crisis y asegurar que su estrella regrese al equipo en el futuro.