El FC Barcelona ha dado un paso importante en su planificación deportiva al asegurar la incorporación de Joan García, un portero que promete ser una pieza clave en el futuro del equipo. El acuerdo, que se formalizará con el pago de la cláusula de rescisión de 25 millones de euros más IPC, ha sido confirmado por diversas fuentes cercanas al club.
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, conocido por su afición al RCD Espanyol, no ha podido evitar comentar sobre este traspaso. En una reciente entrevista en El Món a RAC1, Illa expresó su deseo de que García hubiera continuado en el Espanyol, pero reconoció que “el mundo del deporte de élite tiene esto”. Su declaración refleja la complejidad de las relaciones entre los clubes catalanes, especialmente cuando se trata de un jugador que ha destacado en el equipo rival.
La llegada de García al Barça no solo es un refuerzo en la portería, sino que también representa una apuesta por el talento local. A pesar de contar con ofertas de grandes clubes europeos como Manchester City, Arsenal y Inter de Milán, el joven portero ha decidido unirse al proyecto blaugrana, algo que ha sido bien recibido por los aficionados y la directiva del club.
El contrato de García se extenderá hasta 2031, lo que demuestra la confianza que el Barça tiene en su potencial. Durante las negociaciones, se acordó extender el preacuerdo por un año más, lo que beneficiará tanto al club como al jugador en términos financieros. Aunque su salario inicial no lo colocará entre los más altos de la plantilla, se espera que, si cumple con las expectativas, pueda recibir bonificaciones y mejoras en su contrato en el futuro.
Con este fichaje, el FC Barcelona refuerza su compromiso de construir un equipo competitivo y lleno de talento, y los aficionados ya comienzan a soñar con lo que García puede aportar en el terreno de juego. La afición blaugrana espera que su llegada sea el inicio de una nueva era en la portería del Camp Nou.