La tensión en la selección polaca ha alcanzado un nuevo nivel. Robert Lewandowski, delantero del FC Barcelona, ha sido el epicentro de una crisis que ha llevado a la dimisión de su seleccionador, Michal Probierz. En un comunicado publicado en las redes sociales de la Federación Polaca de Fútbol (PZPN), Probierz anunció su decisión menos de 24 horas después de que se intentara mediar para que el ariete culé regresara a la selección.
El mensaje de la PZPN, que llegó a primera hora de la mañana, refleja el fracaso de las negociaciones lideradas por Cezar Kulesza, quien intentó reconciliar a ambas partes. Lewandowski, por su parte, no tardó en responder, afirmando que su compromiso con la selección era total, pero que había decidido renunciar a la capitanía para evitar conflictos y, en última instancia, a jugar con Polonia.
La situación se tornó crítica cuando la federación se dio cuenta de que podría perder a su estrella, lo que llevó a Kulesza a intentar una mediación. Sin embargo, el entorno del jugador ya había dejado claro que no había vuelta atrás tras sentirse traicionado por Probierz. La presión aumentó, especialmente con el Mundial 2026 a la vista.
Probierz, consciente de la importancia de Lewandowski para el equipo y de su necesidad de tiempo para recuperarse y mantener su nivel, decidió dar un paso atrás. Esta decisión, sin duda, marca un antes y un después en la relación entre el jugador y la selección polaca.
Además de esta crisis, Lewandowski se enfrenta a un nuevo desafío judicial. El delantero compareció recientemente en un tribunal de Varsovia debido a un juicio por un supuesto chantaje por parte de su exsocio, Cezary Kucharski. Este conflicto, que se remonta a la liquidación de antiguos negocios, ha añadido más presión a la situación del goleador.
En resumen, la situación de Lewandowski en Polonia es un reflejo de las complejidades que enfrenta un jugador de su calibre, tanto dentro como fuera del campo. La afición espera que esta crisis se resuelva pronto y que el delantero pueda concentrarse en su carrera con el FC Barcelona, donde sigue brillando con luz propia.