El pasado fin de semana, el FC Barcelona llevó a cabo la Marxa Culer, un evento que no solo conmemoró el 125º aniversario del club, sino que también celebró el milenario del Monasterio de Montserrat. La caminata, que abarcó 46,7 kilómetros y se extendió por más de 10 horas, comenzó en el Estadi Johan Cruyff y culminó en el icónico monasterio, un lugar de gran significado para la cultura catalana.
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, fue el encargado de dar inicio a la marcha, recorriendo los primeros 7 kilómetros junto a los participantes. En su llegada a Montserrat, Laporta fue recibido con entusiasmo por los caminantes, quienes celebraron la unión entre el Barça y la abadía. "Es un motivo de emoción estar aquí. El Barça es más que un club, y los que han hecho la Marxa son unos héroes que merecen un aplauso", declaró el presidente, destacando la importancia de la conexión histórica entre ambas instituciones.
La jornada no solo fue un homenaje al pasado, sino también una celebración del presente. Durante el evento, se exhibieron los títulos conseguidos por los equipos masculino y femenino del Barça en la temporada 2024-25, los cuales fueron ofrecidos a la Virgen de Montserrat. Este gesto simboliza la profunda relación entre el club y la cultura catalana, un vínculo que se ha fortalecido a lo largo de los años.
La vicepresidenta institucional del FC Barcelona, Elena Fort, y el comisionado del 125º aniversario, David Carabén, también estuvieron presentes, participando en la caminata corta que partió de la Rambla de Collbató. La participación fue masiva, con las plazas agotadas días antes del evento, lo que demuestra el fervor y la pasión de los aficionados culés.
En un momento de la jornada, Laporta se dirigió a los medios de comunicación, evitando entrar en detalles sobre el mercado de fichajes, pero dejando claro que el Barça sigue siendo un referente en el mundo del fútbol. "Sois incorregibles", bromeó ante las preguntas sobre posibles incorporaciones como Joan Garcia o Nico Williams.
El evento culminó con una misa en la Basílica de Montserrat, donde Laporta ofreció una ofrenda floral a la Virgen y reafirmó la importancia del Barça como un refugio para los catalanes en tiempos difíciles. "Montserrat y el Barça somos instituciones distintas, pero nos une un hilo conductor: hemos servido de refugio para los catalanes cuando el viento soplaba en contra", afirmó el presidente, subrayando la relevancia de la historia compartida entre el club y el monasterio.
La Marxa Culer no solo fue un evento deportivo, sino una celebración de la identidad y la cultura catalana, uniendo a los aficionados en un acto de camaradería y orgullo. Con una participación entusiasta y un ambiente festivo, el FC Barcelona ha demostrado una vez más que su legado va más allá del fútbol, consolidándose como un símbolo de unidad y resistencia para todos los catalanes.