El Real Madrid ha comenzado su andadura en el Mundial de Clubes con un empate a uno ante el Al-Hilal, un resultado que ha dejado a muchos aficionados con un sabor agridulce. La llegada de Xabi Alonso al banquillo blanco prometía un cambio de rumbo, pero el primer partido dejó entrever que el equipo aún no ha logrado desprenderse de los vicios tácticos de su predecesor, Carlo Ancelotti.
En su debut, Alonso optó por un 4-3-3 que ya había mostrado sus limitaciones la temporada pasada. La fragilidad defensiva de jugadores como Alexander Arnold y la falta de conexión en el centro del campo con Valverde, Bellingham y Tchouaméni fueron evidentes. La incapacidad para construir juego y la falta de profundidad en ataque han llevado a muchos a cuestionar la elección táctica del nuevo técnico.
Un cambio de esquema en el horizonte
De cara al próximo encuentro contra el Pachuca, se espera que Alonso realice ajustes significativos en su alineación. La posibilidad de un 3-5-2 o un 4-4-2 podría ser la clave para mejorar la solidez del equipo y potenciar el juego ofensivo. Jugadores como Güler podrían beneficiarse de un esquema más ofensivo, mientras que Rodrygo podría perder su puesto tras un rendimiento decepcionante en su debut.
La presión sobre Alonso es palpable. A menos de 48 horas de su segundo partido, la afición espera un giro en la dirección del equipo. La necesidad de un cambio es urgente, y el técnico vasco debe encontrar la manera de integrar a sus nuevas piezas, como Kylian Mbappé y Endrick, en un sistema que funcione.
Rodrygo y Vinicius: bajo la lupa
El rendimiento de Rodrygo ha sido uno de los puntos más críticos. En su debut, el brasileño no logró disparar a puerta y su conexión con el equipo fue casi inexistente. Con la llegada de nuevos talentos, su estatus como titular podría estar en peligro. Por otro lado, Vinicius también ha sido objeto de críticas. Su falta de impacto en el juego y su incapacidad para liderar al equipo en la ausencia de Mbappé han generado preocupación entre los aficionados.
Alonso ha declarado que necesita tiempo para implementar su filosofía, pero el tiempo es un lujo que el Real Madrid no puede permitirse. La presión por obtener resultados inmediatos es alta, y el próximo partido será crucial para demostrar que el equipo puede adaptarse a un nuevo estilo de juego.
En resumen, el Real Madrid se encuentra en un momento de transición. Con un nuevo entrenador y una plantilla en evolución, la afición espera que Xabi Alonso logre encajar las piezas y devolver al equipo a la senda del éxito. La próxima prueba será decisiva para el futuro inmediato del club.